lunes, 22 de octubre de 2007

Fermín


Un palo, dos palos, tres palos... contaba Pinocho, cuando era pequeño, para dormir; tan pequeño que aún era un tronco sin tallar, pero ya tenía conciencia.
Por las zonas huecas de la masa leñosa que conformaban el cuerpo de la marioneta por las cuales circulaba la savia, existía cierta deformación. Ésta era inapreciable al ojo humano, pero no para el magnífico ojo de Fermín.
Fermín era especial... no era muy bien tratado en el pueblo. Será porque no hablaba demasiado pero en contra si reía mucho y eran esas risas las que provocaban la desconfianza de los aldeanos. Fermín era especial.

martes, 9 de octubre de 2007


Nadie sabe esto, pero las moscas justo antes del momento de sufrir su metamorfósis que los convierte en esos bichitos tan molestos, tienen unha crisis de personalidad... una crisis de identidad que les obligará a decidir entre vivir en paz consigo misma o continuar a un camino hacia la libertad.

Cuando son larvas y están ante el precipicio deciden si lanzarse y volar, convirtiéndose en una mosca o quedarse mirando el fondo y continuar siendo larva pero sabiendo que no morirá a manos de un flus-flus.

lunes, 1 de octubre de 2007

Para empezar una parte de mi cuerpo...y un apéndice de el


Bueno, bueno... a que soy guapo, verdad? en realidad no se me ve muy bien pero tengo una sonrisa que a todo el mundo le encanta, a que si!

Esta foto me la tomaron un día por la tarde mientras paseaba por un parque precioso (y recomiendo a todo el mundo que tenga un hueco que se pase por allí), la verdad es que no se el nombre, bueno no se si lo tiene, pero el parque es el de O Carballiño, en la provincia de Ourense y no os engaño al decir que es realmente precioso.

Ahora hablemos de mi apéndice, que seguro a mas de uno le ha llamado la atención, pues sí, es ese de la foto; tampoco se le ve muy bien pero os puedo asegurar que es un petardo de cojones. Hablando coloquialmente diría que es subnormal pero tampoco hay que insultar (que a mi los deficientes no me hicieron nada como para compararlos con mi apéndice, que conste), si hay una cosa por la que destaca es por su falta de coherencia, y ya no hablemos de sus adicciones, como por ejemplo: el sexo, no hace mas que sobarme todo el rato, me pasa las manos por donde no os podeis ni imaginar y ya no digamos la boca.
Yo intento evitarlo pero no siempre lo consigo, como apéndice mio confieso que lo nuestro es una relación un tanto especial... cuanto mas caliente estoy, más pasa de mi, cuando estoy agitado le escupo pero el me chupa con mayor rapidez... otras veces me concentro y me quedo helado, ahí, es el único momento donde parece que me respeta... pero lo mas importante es que yo nunca pierdo la sonrisa